Eso fue lo único bueno para mí, porque la semana pasada fue de esas para olvidar... Regresó el jefe muy "ganoso" por lo que en el instante que me veía tranquilo de volada me ordenaba que trabajara "¿como se atreve?" diría León. En la Universidad (tras una serie de eventos desafortunados) fue una semana desepcionante tanto mía hacia los alumnos, como de ellos para mí... Pero al fin llegó el viernes o al menos creí en el eslogan. De la maldad vino la desgracia: buscando una señal inalámbrica para "colgarme" y con la notebook en mano ¡PLAS! que la pendejada se me resvala... en un reflejo alcance a poner el pie, pero el madrazo estaba dado y la pantalla chafeó. Encontré quien me diera precio módico-decente-justo para una pantalla nueva y estooy en espera de recibirla...
Sobre el título de la entrada, diré que es un clásico del rock al menos en el país vecino del norte. Bruce Springsteen, la verdad sea dicha, jamás ha logrado posisionarse del todo aquí en la tierra de la gente buena... si acaso el claśico de "Streets of Philadelphia" es algo de lo que suena en las estaciones de Oldies. Incluso allá el disco fue malinterpretado por la opinión pública. La canción que da nombre al disco es un claro himno a lo "malo" de nacer en los USA, la vergüenza con la que algunos viven por que sus dirigentes les encanta meterse en otros lados y por guerras que jamás acaban... sin embargo, fue/es la canción que los políticos utilizan para sus campañas, lo que al "Jefe" le agrada.
Buen día mes amis, y hasta la próxima.
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